Métodos de huerta intensiva (Intensive Gardening Methods)

Introducción

El objetivo de la jardinería intensiva es cosechar la mayor cantidad posible de productos en un espacio limitado. Las huertas más tradicionales constan de largas hileras de hortalizas muy separadas entre sí. Gran parte de la superficie de la huerta está ocupada por el espacio entre las hileras. Una huerta intensiva minimiza el espacio desperdiciado. La práctica de la huerta intensiva no es solo para los que tienen un espacio limitado en el jardín; más bien, una huerta intensiva concentra sus esfuerzos de trabajo para crear un entorno ideal para las plantas, lo que brinda mejores rendimientos.

Aunque sus beneficios son muchos, la huerta intensiva puede no ser para todo el mundo. A algunas personas les gusta ver hileras largas y rectas en sus jardines. Otros prefieren el cultivo a máquina. En las plantaciones intensivas es necesario deshierbar a mano o con herramientas manuales, aunque habrá menos malas hierbas debido a la poca distancia entre plantas. A otros jardineros les gusta cultivar sus jardines en un período de tiempo muy corto y que las cosechas lleguen todas a la vez. El ideal de la jardinería intensiva es tener algo que crezca en cada parte de la huerta en todo momento durante la temporada de cultivo.

Una buena huerta intensiva requiere una planificación temprana y minuciosa para aprovechar al máximo el tiempo y el espacio. Antes de cultivar, debe tener en cuenta las interrelaciones de las plantas, incluidas sus necesidades de nutrientes, la tolerancia a la sombra, los patrones de crecimiento por encima y por debajo del suelo y las estaciones de crecimiento preferidas. Utilizando las técnicas que se describen a continuación, puede desarrollar una huerta intensiva de alto rendimiento.

La Cama Elevada

La cama elevada o lecho de cultivo es la unidad básica de una huerta intensiva. Un sistema de camas elevadas le permite concentrar la preparación del suelo en áreas pequeñas, lo que resulta en el uso eficiente de los insumos para la tierra y un entorno ideal para el crecimiento de las hortalizas. Las camas elevadas suelen tener entre 3 y 4 pies de ancho y pueden tener la longitud que se desee. Se trabaja desde cualquier lado del bancal, lo que reduce la incidencia de la compactación causada por caminar sobre la tierra.

La preparación del suelo es la clave del éxito de la huerta intensiva. Las plantas compiten por el agua y los nutrientes disponibles, y hay que proporcionar un suministro adecuado para los cultivos en menos espacio. Haga un análisis de la tierra para saber si necesita fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y micronutrientes (hierro, manganeso, zinc y cobre). Las adiciones de abonos de nitrógeno (N) serán específicas para cada cultivo. Si sospecha que la cantidad de materia orgánica de la tierra es inadecuada, puede hacer que se analice el contenido de materia orgánica de la tierra. Los resultados del análisis de la tierra indicarán si es necesario introducir aditivos orgánicos. Labre la tierra de modo que los 10 a 12 pulgadas superiores tengan una textura suelta adecuada para la producción de hortalizas.

Por su naturaleza, los bancales elevados son una forma de huerta de lecho ancho, una técnica por la que las semillas y los trasplantes se plantan en bandas anchas de varias filas o de forma aleatoria en una franja amplia. En general, el objetivo es espaciar las plantas a igual distancia unas de otras en todos los lados, de forma que las hojas se toquen en la madurez. Esto ahorra espacio y los cultivos cercanos reducen la pérdida de humedad de la tierra circundante. (Consulte también el apartado de espaciamiento más adelante).

Jardinería vertical

El uso de espalderas, redes, cuerdas, jaulas o postes para sostener las plantas en crecimiento constituye la jardinería vertical. Esta técnica es especialmente adecuada para los espacios de jardín pequeños, pero puede usarse en muchos ámbitos. Las plantas enredaderas y rastreras, como los pepinos, los tomates, los melones y los frijoles de vara, son candidatas obvias para este tipo de jardinería. Algunas plantas se enredan solas en el soporte, mientras que otras pueden necesitar ser atadas. Recuerde que un cultivo vertical proyectará una sombra. Tenga cuidado de no dar sombra a los cultivos que necesitan sol; plante cultivos tolerantes a la sombra cerca de las espalderas para aprovechar la sombra. Las plantas cultivadas verticalmente ocupan mucho menos espacio en el suelo, y aunque el rendimiento por planta puede ser (aunque no siempre) bajo, el rendimiento por pie cuadrado de espacio de jardín es alto. Como las plantas de cultivo vertical están más expuestas que las que no tienen altura, se secan rápidamente y puede ser necesario regarlas con frecuencia. Este secado rápido es una ventaja para aquellas plantas susceptibles a las enfermedades fúngicas. A continuación, se muestran varios ejemplos de estructuras de jardinería vertical.

Intercultivo

El cultivo de dos o más tipos de hortalizas en el mismo lugar y al mismo tiempo se conoce como intercultivo. Una planificación adecuada es esencial para obtener una alta producción y mantener la calidad de los cultivos plantados. Esta técnica se practica desde hace miles de años, pero apenas está ganando adeptos en este país. Para planificar con éxito un huerto intercultivado hay que tener en cuenta varios factores para cada planta: la duración de su período de crecimiento, su patrón de crecimiento (alto, corto, bajo o sobre el suelo), los posibles efectos negativos sobre otras plantas (como los efectos alelopáticos de los girasoles y las alcachofas de Jerusalén sobre las plantas cercanas), la estación preferida y las necesidades de luz, nutrientes y humedad. Puede realizar el intercultivo alternando hileras dentro de una cama (cultivar una hilera de pimientos junto a otra de cebollas), mezclando plantas dentro de una hilera o distribuyendo varias especies por la cama. Para los principiantes, la alternancia de hileras puede ser la más fácil de manejar.
Se pueden plantar al mismo tiempo plantas de temporada larga (de maduración lenta) y de temporada corta (de maduración rápida), como zanahorias y rábanos, respectivamente. Los rábanos se cosechan antes de que empiecen a desplazar a las zanahorias. Un ejemplo de combinación de patrones de crecimiento es cultivar las plantas más pequeñas cerca de las más grandes, (los rábanos en la base de los frijoles o el brócoli). Las especies que toleran la sombra, como la lechuga, la espinaca y el apio, pueden plantarse a la sombra de los cultivos más altos. Los cultivos que se alimentan mucho, como los de la familia de la col, deben mezclarse con plantas con menos requerimientos. Se pueden mezclar cultivos de raíz, de hoja y de desarrollo del suelo (leguminosas) para aprovechar los nutrientes disponibles.

El intercultivo puede ayudar a mantener bajo control los problemas de insectos y enfermedades. Las plagas son bastante específicas de los cultivos, es decir, prefieren los vegetales de un tipo o familia. La mezcla de familias de plantas evita grandes extensiones del cultivo preferido por las plagas, lo que ayuda a contener los daños tempranos de las plagas dentro de una pequeña área y le da un poco más de tiempo para tratar el problema. Una de las desventajas es que, cuando llega el momento de fumigar contra las plagas, es más difícil estar seguro de que todas las plantas estén protegidas.

Espaciado

Las plantas individuales están más espaciadas en una cama elevado o en un jardín intercultivado. Un patrón de espaciado equidistante requiere que las plantas estén a la misma distancia unas de otras dentro de la cama; es decir, plantar de forma que el centro de una planta esté a la misma distancia de los centros de las plantas de todos los lados. En las camas de más de dos hileras, esto significa que las hileras deben escalonarse de forma que las plantas de cada hilera estén entre las de las hileras adyacentes (vea la ilustración). La distancia recomendada para las plantas dentro de la hilera en un paquete de semillas es la distancia entre el centro de una planta y el centro de la siguiente. De esta forma se consigue un uso más eficiente del espacio y se deja menos superficie para desherbar y cubrir con mantillo.

El espacio reducido tiende a crear un dosel de hojas casi sólido, que actúa como mantillo vivo, disminuyendo la pérdida de agua y manteniendo bajos los problemas de malezas. Sin embargo, las plantas no deben estar amontonadas hasta el punto de que surjan problemas de enfermedades o que la competencia provoque un retraso en el crecimiento.

Sucesión de cultivos

La sucesión de cultivos es una forma excelente de sacar el máximo partido a una huerta intensiva. Para obtener una sucesión de cultivos, cultive algo nuevo en los lugares que dejan libres las plantas que ya cosechó. El maíz después de los guisantes es un tipo de sucesión.

El relevo es otra práctica frecuente, que consta de cultivar varias veces un mismo cultivo para obtener una cosecha continua. El maíz dulce y los frijoles de arbusto suelen recomendarse para el relevo, pero los pepinos u otros cultivos que rinden durante dos semanas o menos también son buenos candidatos.

Un enfoque para alternar es cultivar una variedad varias veces a intervalos de unas dos semanas (más tiempo entre los primeros cultivos en suelo más frío, pero solo 10 días entre las últimas). Otro enfoque consta de realizar un cultivo de dos o más variedades que difieran en el tiempo de maduración, por ejemplo, frijoles de 50 y 60 días o maíz dulce de temporada temprana, media y tardía.

Cultivar una huerta de primavera, verano y otoño es otra forma de cultivo sucesivo. A los cultivos de temporada fría (brócoli, lechuga, guisantes) les siguen los de temporada cálida (frijoles, tomates, pimientos) y, en la medida de lo posible, estos pueden ir seguidos de más cultivos de temporada fría, o incluso de un cultivo de cobertura de invierno.

Empezar las semillas en el interior para trasplantarlas es importante para una huerta eficaz. Para aprovechar al máximo su parcela de huerta, un nuevo cultivo debe estar listo para ocupar el lugar del cultivo que se retira. Se pueden ganar varias semanas si se tienen trasplantes de 6 pulgadas listos para ir a una zona desocupada. No olvide reacondicionar la tierra para los nuevos cultivos.

Planificar una huerta intensiva

Empiece a planificar su huerta con mucho tiempo por adelantado. En enero o febrero, cuando los fríos días del invierno parecen no tener fin, saque los registros de la huerta del año pasado y busque en los nuevos catálogos de semillas. Como en cualquier huerta, debe decidir qué cultivos quiere cultivar en función de lo que le gusta y lo que no, así como la cantidad que necesitará de cada uno. En esta época del año, es posible que desee tomar muestras de tierra para evitar tener que esperar los resultados durante la ajetreada época de muestreo durante la primavera. Es útil saber qué cultivares han tenido más éxito o han tenido mejor sabor a la hora de elegir. Utilice las tablas que aparecen a continuación y su propia experiencia para determinar qué cultivos son las combinaciones probables.

Una huerta intensiva requiere una planificación detallada, pero el tiempo que se ahorra en el trabajo de la huerta y el aumento de los rendimientos hacen que merezca la pena. Las buenas prácticas de jardinería, como el riego, el abono, la rotación de cultivos, el compostaje y el saneamiento, son especialmente importantes en una huerta intensiva.

Valor económico de los cultivos

Juzgar el valor económico de los cultivos en la huerta es difícil debido a los diferentes plazos que necesitan para madurar y cosechar, a la disponibilidad de variedades y tipos de hortalizas que no suelen encontrarse en el mercado, y a la falta de valores de comparación para las hortalizas que no son aceptables según los estándares comerciales (tomates rajados, pepinos torcidos, etc.), pero que son perfectamente utilizables para el jardinero doméstico. No obstante, varios estudios han intentado determinar qué cultivos aportan el mayor valor por pie cuadrado de espacio de huerta, en parte para ayudar a los jardineros de espacios reducidos a tomar decisiones sobre qué cultivar. Por supuesto, si a nadie de la familia le gusta la remolacha, no tiene sentido cultivarla solo por su valor económico, pero esta lista puede ayudarle a determinar qué hortalizas cultivar y cuáles comprar. Los cultivos perennes no figuran en la lista porque cada uno de los estudios se refería a una sola temporada. Sin embargo, los espárragos, el ruibarbo, el rábano picante y otros cultivos perennes tienen un valor económico considerable. Los árboles frutales y los arbustos también son productores valiosos, sobre todo si se tiene en cuenta el largo plazo.

Las 15 hortalizas con mayor valor económico1

¹ Los valores se basan en las libras producidas por pie cuadrado, el valor de venta al público por libra en el momento de la cosecha y el tiempo de permanencia en la huerta

Cultivos de menor valor²

² No se recomienda para jardines pequeños; sin embargo, las variedades en miniatura o las espalderas pueden aumentar el valor por pie cuadrado.

Guía de espaciamiento intensivo
Nota: para determinar el espaciamiento para el intercultivo, sume las pulgadas de espaciamiento recomendadas para los dos cultivos que se plantarán juntos, y divida su suma por 2. Por ejemplo, si los rábanos se plantan junto a los frijoles, sume 2" + 4" = 6", y luego 6" dividido por 2 = 3". Los rábanos deben plantarse a 3" de los frijoles.

Un plan de huerta intensiva para obtener la máxima

Esta publicación fue escrita originalmente por Diane Relf, horticultora de extensión académica (jubilada) y Alan McDaniel, profesor asociado, Departamento de Horticultura, Virginia Tech.
Esta publicación fue traducida profesionalmente de la versión en inglés 426-335 y examinada por Beth Sastre.

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